Consulta a un médico: Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, es importante que hables con un médico para asegurarte de que estás en buen estado de salud para correr.
Empieza con caminatas: Si no has estado activo por un tiempo, es importante comenzar con caminatas y trabajar hacia la carrera gradualmente.
Utiliza un buen calzado: Es importante tener un buen calzado que proporcione amortiguación y soporte para tus pies.
Aumenta gradualmente la distancia y la intensidad: No intentes correr demasiado lejos o demasiado rápido al principio. Aumenta gradualmente la distancia y la intensidad a medida que te vuelves más fuerte y te acostumbras a correr.
Haz descansos regulares: Es importante tomar descansos regulares durante tus entrenamientos para prevenir lesiones y asegurarte de que tienes energía suficiente para completar el entrenamiento.
Mantén una dieta saludable: Es importante mantener una dieta saludable y equilibrada para asegurarte de que estás obteniendo la nutrición adecuada para apoyar tus entrenamientos.
Sé paciente: Es importante ser paciente y darse tiempo para mejorar. No te desanimes si no ves resultados inmediatos, y siempre recuerda que la mejora viene con la práctica constante y el tiempo.
Recuerda, correr con sobrepeso puede ser un desafío, pero con un enfoque gradual y una actitud positiva, puedes lograr tus objetivos de correr y mejorar tu salud y bienestar.
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